Como cada año, me toca pasar la ITV, pero no la del coche, sino la revisión ginecológica a la que todas las mujeres nos tenemos que someter regularmente.
Nunca hubiera pensado en contaros esto en el blog, pero sorprendentemente son muchas aún las mujeres que se saltan este tipo de revisiones y creo que es importante que nos lo planteemos como algo importante sobre todo, de cara a la prevención de enfermedades como el cáncer de mama o de cuello de útero.
Reconozco que me da cierta pereza como a todas, pedir cita, pero también es verdad que no se tarda nada y da cierta tranquilidad una vez que te dan los resultados.
Al contrario que el resto de pruebas (que no suponen apenas ninguna molestia) la que suele generar más miedos es la mamografía.
Si os digo la verdad, la primera vez que me la hice me habían contado tantísimas cosas que no me pareció ni tan molesta ni tan dolorosa… pero cada una tenemos un umbral del dolor, supongo.
No entro en la polémica de si las mamografías son buenas o malas, porque son muchas las organizaciones que han dejado claro que sus beneficios son mucho mayores que sus perjuicios, y porque cuando tienes algún caso de cáncer de mama cercano, te das cuenta de lo necesario que es prevenir…
Hace un mes mi amiga Esther, pasó por este momento «pánico» previo a una mamografía, y su ginecólogo le entregó esta hoja con algunas instrucciones.
Por supuesto, se trata de un escrito en tono de humor y me pareció no solo divertido, sino que me encantó que el ginecólogo bromeara con esto, tratando de quitarle «hierro» al asunto…