Desde 2009 os he hablado de muchísimas cosas pero creo que nunca había mencionado la pizza en un post de maquillaje.
Bromas aparte, hoy os quiero hablar de uno de esos “inventos”, o mejor dicho “innovaciones” que parece que van a marcar un antes y un después en el mundo del maquillaje.
Al igual que pasó con el fenómeno cushion, que empezó como una forma original de aplicar el maquillaje, y luego se extendió a más productos y se demostró que era algo más que una simple moda, el “rollerwheel” o “cortador de pizza” (perdonadme la expresión pero es como mejor se entiende), viene para quedarse.
La idea la presentó MAC allá por el mes de febrero y es ahora cuando lo he podido probar para contaros.
Se trata de un eyeliner líquido cuyo aplicador es un mini-cortador de pizza. Mini, o micro… porque es tan diminuto que me ha costado horrores hacer las fotos para que se viera bien.
Lo que se persigue es una mayor precisión y que la superficie del aplicador sea lo más fina posible.
Puedo aseguraros que esto, lo consigue… pero ojo que no siempre es lo que necesitamos.
Me explico.
Si buscas un look natural, una linea fina y precisa, sin duda es tu producto.
Pero si, por el contrario, te gustan los trazos gruesos o no eres muy profesional en esto de maquillarte los ojos, como me pasa a mi, un eyeliner más grueso que además de hacer la raya más rápidamente, evite errores de pulso, sería mejor.
Dicho esto, lo he probado en marrón y en negro y admito que es fácil de aplicar y el resultado es espectacular.
La duración es buena y la pigmentación también.
El precio es de 21 euros y podéis encontrarlo en la web de MAC o en perfumerías.
