No soy precisamente sospechosa de decir que «no» a la tecnología y sabéis que aplaudo cada invento útil o simplemente divertido, que una mis dos mundos, el de la belleza y el de los avances tecnológicos, pero en este caso, creo que no va a llegar demasiado lejos.
Lo último en llegar al universo de lo que se llama (y no lo es) «moda futurista» son las pestañas con luces.
Como lo leéis: pestañas postizas que se iluminan gracias a unas diminutas luces LED.
Divertido y gracioso. Llamativo. Pero nada más.
Ideal para desfiles, para espectáculos o para recordarnos que a partir de ahora, veremos muchos avances que mezclen tecnología y belleza, pero nada más.
Ni me parecen algo necesario, ni me parece saludable ni fiable llevar algo tan cerca del ojo, ni me parece bien pensado que la batería vaya colocada en el pelo a través de una horquilla y unida a las pestañas por una especie de hilo (que me parece bastante molesto y fácil de romper sin querer…).
Pero admitamos que se trata de un invento que quiere llamar la atención y tomémoslo como eso. Y con humor.
Porque me temo que nos quedan muchas cosas por ver… y muchas tonterías.
