Las mujeres somos caprichosas. Y yo más.
Solo así se explica que teniendo cientos de lápices de ojos para probar en un cajón, se me antoje el único que no tengo.
El lápiz de ojos waterproof de Dior es el que siempre ha utilizado mi madre y el que le robo cada vez que estoy en su casa y tengo que maquillarme.
Un lápiz de ojos no tiene, aparentemente mucha ciencia, pero para mi hay varios puntos importantes:
- Que dure. Esto es esencial. No me sirve de nada un lápiz de ojos que se desvanece a las pocas horas. Últimamente además, marco mucho los ojos, por lo que esto es imprescindible.
- Que sea suave al aplicarlo. Aquí se plantea el mismo reto que con las barras de labios: a mayor cremosidad, menor resistencia y durabilidad, así que este punto no es tan fácil de conseguir.
- Intensidad. Que el negro sea muy negro, que pigmente bien y que no sea (como dice mi hija «color negro clarito»).
Y yo, estaba empeñada en que el lápiz de ojos de Dior lo tenía todo. Así que (con toda la culpabilidad de gastarme 23 euros en algo que no me hacía falta) lo compré.
Admito cierto «efecto placebo» que hizo que me fascinara y que no me diera cuenta del único fallo de este lápiz: que se gasta muy rápido.
El punto fuerte de este lápiz de ojos es que, a pesar de ser cremoso, es waterproof, pero claro, tienes que sacar punta casi después de cada aplicación, así que en muy poco tiempo me he quedado sin él.
La casualidad quiso que el mismo día que se había gastado del todo, me llegara un lapiz de ojos d ela marca Beter, Lápiz Kajal negro Azabache, con un precio muchísimo más bajo, 3,15 euros, y comencé a probarlo.
Os puedo asegurar que estoy encantada con él y que la duración es, casi casi, la misma que el de Dior: pigmenta, dura y es casi igual de suave.
Teniendo en cuenta el precio… ¿qué queréis que os diga? Que me quedo con este.
No sé muy bien los puntos de venta de Beter. Solo lo he visto en su web.