Estar en la ciudad cuando todo el mundo la abandona es una sensación un tanto agridulce.
Por un lado, disfrutas (aunque no lo reconozcas) escuchando en la radio hablar de los grandes atascos de tráfico que se forman a la salida.
Por otro, la cuidad se rinde a tus pies y todo parece estar con menos gente y, no nos engañemos, se disfruta muchísimo más.
Uno de los atractivos que tiene para mi la ciudad en verano es que puedes disfrutar de algunos caprichos, amparándote en que cómo te quedas en casa, te mereces y te lo puedes permitir.
Uno de ellos es acudir a las cabinas que la firma Clarins tiene en algunas ciudades y disfrutar de tratamientos de lujo por menos de lo que imaginas.
Os presento mis tratamientos faciales favoritos.
Todos tienen una duración de 50 minutos y un precio de 60 euros.
Tratamiento Super-Hidratante
Tratamiento Anti-Sed, a base de himanthalia elongata, alga rica en ácidos aminados y oligoelementos.
Proporciona confort, suavidad y resistencia a las pieles deshidratadas.
Revitaliza y previene las arrugas.
Tratamiento Mate Luminoso
Tratamiento a base de polvo de tanaka, árbol originario de Birmania.
La piel recobra su aspecto mate y luminoso.
Tratamiento SOS Pieles Sensibles
Tratamiento reconfortante a base de cristofina, conocida por sus virtudes calmantes.
Devuelve suavidad, confort y resistencia a las pieles sensibles y fragilizadas.
Tratamiento Anti-Edad
Tratamiento rico en activos anti-edad, reafirma la piel, atenúa las arrugas y ralentiza el envejecimiento.
En otro post os contaré los tratamientos corporales.