Sabéis que soy fan desde hace años de los autobronceadores.
Me parecen la alternativa ideal al sol y permiten conseguir buen tono sin que la piel sufra.
Sin embargo hay varios puntos que aún no se han conseguido.
Uno es el olor. Por mucho que se suavice, no hay ninguno que no tenga cierta fragancia a «autobronceador», aunque reconozco que se está avanzando bastante.
El otro punto que no se había conseguido, es mejorar el tiempo de aplicación.
Hasta ahora, ponerte un autobronceador corporal era sinónimo de permanecer cual rehén durante 8 ó 10 horas sin poder ducharte o con riesgo de manchar la ropa o las sábanas.
Esto dificultaba sobre todo, aplicártelo un día cualquiera y al menos yo, solo podía hacerlo en domingo o un día en el que no tuviera que salir de casa.
Por ello, no puedo esperar a probar el último autobronceador de St. Tropez.
Promete actuar tan rápidamente que incluso puedes ducharte una hora después de haberlo aplicado.
Esto supone una verdadera revolución en el mundo de los autobronceadores y viniendo de una marca como St. Tropez, da bastante confianza, la verdad…
La rapidez se consiguen mediante una mezcla de activos de absorción rápida que permite que el producto actúe en una hora, en dos o en tres.
Si te duchas después de una hora consigues un bronceado natural, más ligero.
Si buscas intensidad media, puedes dejarlo actuar dos horas y si quieres más intensidad, déjalo tres horas antes de ducharte.
Yo estoy deseando probarlo…. ¿y vosotras?
Por cierto, me dicen que no está a la venta hasta febrero!